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Mostrando entradas de 2008

Anécdotas de Marcelina, una niña chuchera.

Marcelina corre, corre; la brisa golpea su pálida cara, sus largas piernas cual gacela marcan la distancia de sus rivales, dos de ellos se detienen; sus respiraciones son agitadas, tienen la lengua de corbata; el otro, testarudo, fuerte, piel morena los mira y avanza, no le gusta para nada la chica. Marcelina pasa a gran velocidad cerca del limonero, se detiene, tres líneas rojas surcan sus brazos, mira hacia atrás ahora es uno que la persigue vuelve a la corrida no sin antes tomar 5 limones y guardarlos en la bolsa, se ríe, se ríe mucho, sabe que es más rápida que ellos, pega un gran salto y se encarama en el paredón, sus pies buscan los huecos que hay en él, toma posición, mira el camino que esta dejando. Su rival molesto, sabe que no puede escalar y sólo le queda pasar sus garras por el muro y ladrar. Marcelina, sentada bajo la mata de mango comienza a contar los frutos prohibidos que tomó del hato: ciruelas, guayabas, mandarinas y limones, fueron pocas las proporciones,...

EL FRACASO DEL HOMBRE ARAÑA.

He clausurado la puerta que da al balcón del patio de mi cuarto, he movido mi cama y he tapado la única vista nocturna al aire libre que tenía .Todo por su culpa, él se ha encargado de que el miedo me abrace y se apodere de mi. Me levanto a destiempo en el momento en el cual sus manos se posan sobre el balcón de mi apartamento, sus pies cual patas de araña se aguantan sobre la ventana del piso anterior. Se oye un grito: _en el piso 3_ (es la consigna), _en el piso 3 de San Nicola_. Son las 4 a.m y todos en casa dormimos cual serpientes invernando. Ya no es un grito, son varios, y el clon del hombre araña, se da cuenta que lo observan, baja muy rápido la pared y junto al cantaor de la zona huyen de su objetivo. (Estabamos todas dormidas,y casi se nos mete un ladrón en la casa).

LOS INADMITIDOS

María de Fátima, empezó a gritarle a la abogada, le decía en portugués, que como le hacían eso, que ella venia a pasear, que ella tenia dinero, se puso a llorar, se le acercó una policía le dijo con su tono muy a lo español, que ella era la policía allí que calmaditos todos, venga!. Le preguntó a la abogada que si le había notificado a las chicas y ella dijo que si. Yo, sentada, veía el alboroto, como muchos otros en la misma condición. Subimos nuevamente a la gran sala de retornados, varias sillas de madera color amarillo, bordeaban las paredes mitad verde mitad amarilla, un televisor en una esquina daba el resumen de la crisis económica en Europa, y nosotros allí, con dinero encima sin poder ayudar, aunque sea un 0.01%. El teléfono, no dejaba de sonar, llamaban en todo momento, lo tomaba el Colombiano y gritaba: Danielle Moreus, nos veíamos las caras no nos conocíamos de nombre si no por nacionalidad: las brasileras, los venezolanos, los uruguayos, los argentinos, los ...

JOSEITO Y SUS AMIGOS.( Isla de Margarita, 2000)

¡Buenos días, doña Clara!, ¿qué tal le parece el día?, ¡estupendo!, ¿verdad?. La brisa fresca de la mañana le dio la respuesta a su pregunta. La mayoría de las veces, Joseito estaba rodeado de viejos, jóvenes, chiquitos, todos absolutamente todos, lo saludaban con cariño. Joseito se sentía orgulloso de tener muchos amigos, aunque hablaban muy poco. -¿Cómo le va, niño Tomás?, ayer vi a su hermano conversando mucho con usted, ¿lo aconsejó?; sepa que no lo conozco tanto como a usted pero, tiene cara de angustiado. No se preocupe en responder, sé que usted es muy reservado-. Joseito, siempre estaba pendiente de sus amigos, si les faltaba un poco de agua para calmar la sed, una corta conversación para aliviar las preocupaciones o unas cuantas flores para alegrar el día. Los amigos de Joseito todas las tardes se reunían para contar sus anécdotas. Vivian en una pequeña urbanización, en casas muy estrechas y juntitas. Joseito vivía un poco lejos de allí, por eso siempre llega...

LAS ARDILLAS DE MI JARDÍN।

Revisando mis c.d donde tengo grabado varias cosas que he escrito me he topado con una serie de cuentos cortos que llamé: "Cuentos Urbanos" en las próximas entregas le colocaré los que más me han gustado. Abajo una muestra: Diviso desde mi balcón roedores en el jardín, son ardillas, ardillas en mi jardín, son grandes, entran y salen de un hueco en la tierra ¿qué extraño?, deberían entrar y salir de un hueco en el árbol, las contemplo, juegan. Paseo mi vista al edificio del frente, hay niños mirándome con binoculares, los señalo, se ríen, se esconden. Una señora en planta baja grita, suelta las bolsas de la basura y sale corriendo le tiene miedo a las ardillas; río. Hay gente contemplando mi jardín, envidiosos, me digo. Baja un señor del edificio, tiene una cabilla en las manos se dirige hacia el jardín, busca en el hueco, mete la cabilla, la mueve de un lado a otro, con fuerza, con rabia, con resignación , no hay nada. Son astutas pensará el, yo también lo hago. Se queda quie...

Cuestión de suerte? Yo diría SOS con la vocación de Servicio.

Estimado Luis Fernandez, siempre leo los artículos que escribes en la revista “eme”, y el de la semana pasada: “Cuestión de suerte”, se me vino a la cabeza el día de ayer cuando me pasó algo similar pero peor, soy graduada en admón. de empresas turísticas y he atendido público desde hace 8 años; 4 en una farmacia como auxiliar de farmacia (actividad que tome como hobby cuando vivía en mi pueblo y luego la tomé como actividad lucrativa cuando me vine desde Margarita, luego laboré en la parte social en una Cámara y nuevamente en salud a nivel administrativo. Mi historia comienza así: El día de ayer, domingo de familia, mi novio, mi sobrino de 9 años y yo, salimos a ver los precios de los televisores en varias partes de la ciudad, al final de la jornada a eso de las seis y media de la tarde, mi novio nos invitó a la “Heladería 4 D” ubicada en Altamira para tomarse un “drops”. Mi sobrino y yo, nos sentamos en una de las mesas cerca del cafetín a esperar, mi novio canceló y se fue a la barr...

Mousii y Cata, 2 conocidas.

Una gran tabla de ajedrez, así es el piso de mi casa, a veces mis pisadas eran tan sutiles que Cata no las sentía, jajaja, yo iba de un lado a otro corriendo por los recuadros a veces negros a veces blancos, a veces no corría tanto, es que después de tanto tiempo me he puesto gorda, los años no pasan en vano. Cata sin embargo era muy ágil, aunque la mayoría de las veces lo que hacia era pegarme gritos para que me detuviera cuando la tenia detrás de mi, ilusa, ¡como si me iba a dejar!. Una vez, hicimos un pacto, es que a mi me gustaba tanto comer, y ella era la guardiana de la cocina, nosotras teníamos una residencia con un pequeño restaurante de comida casera cerca de Sabana Grande, pues ella cocinaba y yo atendía a los comensales, la cocina siempre fue un placer prohibido para mi, en las noches, ¡cuan peligrosas las noches!, entraba a hurtadillas a comer todo lo que me encontraba al frente, el pacto era no entrar, a veces la tan maluca de cata, me colocaba trampas, si así como lo escu...

Varias cosas...

Desde hace días, varias ideas me dan vueltas en la cabeza, la primera, quise escribir sobre una obra de teatro que se presentó en le festival de la Francofonía. Una obra francesa, dirigida por Peter Brook, donde la discriminación es punto principal, la presentaron el miercoles, 12 y el jueves 13 estaba en una cola larga para poder entrar, a mi lado, Vicente, un frances, que conoci alli, se sintió asombrado de la cantidad de jovenes, que estaban en la cola y querian ver la obra me comentó, si no llegaba a entrar igual se iba a sentir complacido por el hecho de que la obra tenia quorum. Efectivamente no logramos entrar, el se iba de viaje el fin de semana y yo me propuse ir a las presentaciones en el teatro San Martin. En cuanto a lo cultural, Vicente me preguntó que como se enteraba la gente de los espectaculos que se presentaban en la capital, por que ya varias veces ha asistido a obras y eventos y los lugares estan vacios. Le contesté que yo me enteraba por el periodico, hay gente que...

En busca del tesoro perdido...

Unas Primeras Palabras: ¡Feliz Año, 2008! En Venezuela, en los últimos meses, se ha venido desatando una ola de desabastecimiento en los rubros alimenticios. Vaya a estos la entrada de mi blog. Desde pequeña siempre fui curiosa con las cosas de la casa, incluyendo el cuarto de mis padres, le revisaba hasta lo que colocaban debajo del colchón: revistas de enseñanza sexual, más no pornos, revistas de chistes groseros, novelas ilustradas con un poco de picardía sexual en blanco y negro, etc, etc. Siempre pendiente de un descuido de mis padres, penetraba aquella habitación acompañada de mi hermana, quien ocupaba el puesto de vigilante, mientras yo hacia las veces de una misión imposible, todo lo que iba a tocar, primero veía como estaba y después le echaba las manos, si la sabana tenia una arruga, debía sacar con mucho cuidado los tesoros de mis padres y tratar en lo posible de que al bajar el colchón la arruga estuviese alli, o crearla. Cuando fuimos creciendo y teniendo información que c...