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Mostrando entradas de 2015

La paciencia del Buitre

Desplegué mis alas, la sombra en la amarillenta tierra se hacía cada vez más grande a medida que me alejaba. Hacía mucho que estaba pendiente del niño, tenia gran vitalidad sus pies descalzos y ásperos ya tenían una suela gruesa oscura que rozaba la tierra árida cada vez que corría. Arrodillado junto a su madre, sacaban agua con un envase de plástico prácticamente destruido, les servía de recipiente pero era poco lo que podían trasladar hasta sus hogares. Yo merodeaba el lugar, no me acercaba solo veía desde las alturas, me gustaba sentir el viento en cada una de mis plumas, luego bajaba ligeramente hasta una rama del Iroko, árbol poseído por un espíritu ; donde muchas veces veía a sus parientes pasar dejando en sus extensas raíces ofrendas. Hay quienes se acercaban al árbol y salían corriendo del susto, según escuchaban voces que los llevaban a la locura. El Iroko siempre me había ofrecido sus fuertes ramas para yo posarme y  puedo decir que a veces sus verdes hojas jug...

Apreciada identidad

Soy Carmen Teresa Gómez, una mujer de cabellos rubios, ojos claros y lo más importante, mi nro de cedula termina en 4. Hoy es miércoles,   estoy en la oficina esperando recibir un mensaje que me alegre el día. Son las 11:45 a.m. y tengo todo preparado para ir a almorzar, un sonido vibrante sacude la mesa, mi teléfono. Miro bajo el escritorios, mis zapatos sport grises con rosados están esperándome, me cambio, dejo mis zapatos de tacón. Una ejecutiva con zapatos deportivos; me veo ridícula, eso es lo de menos, pienso. Camino un poco rápido acabo de comer y es mejor que disminuya la marcha. Pasan muchas personas todas cargan una bolsa transparente, que bien, bajo la mirada, hago la radiografía pertinente, shampu, detergente. A Carmen Teresa le va a ir muy bien, me digo. Soy yo, disculpen, Carmen Teresa soy yo. Llego al super, hago mi cola respectiva, repito mentalmente una y otra vez mi nro. de cédula, estas cosas a   veces me ponen nerviosa. Tengo efectivo para comprar ...

Retomando el camino

Hace 5 años dejé de escribir en mi blog. Hoy conversando con compañeras de oficina, me decían que ya las personas no somos tan románticas como antes y la pregunta que me llevó al pasado: ¿A ti te gusta la poesía?. No, no me gusta, me fascina, me encanta, la leo y también la escribí (en ese momento recordé mis días de juventud feliz en la que hice taller de poesía en el Celarg con un grupo de personas que me ayudaron mucho en mi aventura con la poesía). Recordé como la última evaluación de nuestro taller de la mano con Maria Antonieta Flores fue leer poesía frente al público en la librería Macondo con un poeta. Yo leí para ese entonces con Leonardo Padrón. Fue una noche mágica, de conversatorio y tinto. Mis compañeras asombradas me dijeron que era una cajita de sorpresa. Sorpresa es la que siento ahora que me veo sentada frente al teclado. A veces pasa que nos distanciamos por completo de una hoja, el silencio a la espera tal vez de lo que decía T.S Eliot en La Música de...