He clausurado la puerta que da al balcón del patio de mi cuarto, he movido mi cama y he tapado la única vista nocturna al aire libre que tenía .Todo por su culpa, él se ha encargado de que el miedo me abrace y se apodere de mi. Me levanto a destiempo en el momento en el cual sus manos se posan sobre el balcón de mi apartamento, sus pies cual patas de araña se aguantan sobre la ventana del piso anterior. Se oye un grito: _en el piso 3_ (es la consigna), _en el piso 3 de San Nicola_. Son las 4 a.m y todos en casa dormimos cual serpientes invernando. Ya no es un grito, son varios, y el clon del hombre araña, se da cuenta que lo observan, baja muy rápido la pared y junto al cantaor de la zona huyen de su objetivo. (Estabamos todas dormidas,y casi se nos mete un ladrón en la casa).